domingo, 9 de agosto de 2015

Mi crema de castañas de cajú.

Después de leer varias recetas y ver algunos videos me dieron muchas ganas de hacer una crema de castañas de cajú. Si bien no seguí ninguna receta en particular me quedé con los conceptos básicos de remojar las castañas agregarles un poco de sal y licuarlas, lo demás fue pura inspiración e improvisación del momento. Quise darle a esta crema mayor poder anti-inflamatorio y antibiótico así que decidí que debía incluir jengibre y ajo. La cúrcuma y la pimienta negra no podían faltar ya que ambas se potencian como alimentos anticancerígenos y activan la inmunidad.
Confieso que mientras la preparaba dudé bastante del sabor resultante y hasta pensé que arruinaría mis castañas lo cual sería un desperdicio imperdonable si pienso en lo caras que cuestan. Pero para mi sorpresa he logrado una crema con un sabor glorioso y deliciosamente adictivo una vez que la probé no podía detenerme! Si deciden honrarme haciendo esta receta, traten de no hacerse grandes expectativas pues no quisiera que se sientan decepcionados al probarla; como cuando nos cuentan lo fabulosa que es una película y luego cuando por fin la vemos resulta que no era para tanto jeje.
Bueno ya me dejo de irme por las ramas y les cuento la receta.
crema de castañas de caju en un bowl y con castañas dispersas

Ingredientes

250 gr de castañas de cajú naturales (también se las conoce como anacardos)
1 raíz de cúrcuma pequeña, de medio dedo de tamaño
1 rodaja de jengibre
1/2 diente de ajo pequeño
1 cdta de sal de Himalaya o sal marina
1 pizca de pimienta negra
1/2 vaso de agua

Preparación

Poner en remojo las castañas durante 2 horas para hidratarlas.
Quitarles el agua de remojo y colocarlas en el vaso de la licuadora.
Agregar el tronquito de cúrcuma, el jengibre y el ajo. También puede ser 1 cdta de cúrcuma en polvo.
Licuar 1 minuto, detenerse y agregar el resto de los ingredientes; ir agregando el agua de a poco y continuar licuando hasta que quede con la consistencia deseada, aproximadamente 2 minutos más.

Es importante no excederse en el ajo y la sal para no ocultar el sabor del cajú y que la crema se adapte a todos los platos, por eso usé el diente de ajo más pequeñito que tenía.
Puedes usarla como aderezos para ensaladas, para saborizar pastas, untar en pan o para agregar a un postre o licuado.
Aprovecha el resto de crema que te quede en la licuadora; prepara con él un licuado de frutas o uno verde, le aportará un sabor muy rico y cremoso y lo hará más energético.

Beneficios

Ahora les cuento por qué quería hacer una crema con este fruto seco y es que tiene muchos beneficios para nuestra salud, básicamente lo elegí por nutritivo, antioxidante y antifatiga.
Las castañas de cajú tienen un alto contenido en grasas saludables que ayudan a mejorar la salud del corazón y del sistema nervioso aumentando la concentración, la memoria y mejorando el estado de ánimo.
Principalmente contiene omega 6 que le aporta propiedades anti-inflamatorias vasodilatadoras y anti-trombóticas.
Disminuyen el colesterol por su contenido de fitoesteroles.
Son muy energéticos y tienen grandes cantidades de vitaminas y minerales como cobre, selenio, magnesio, fósforo, vitaminas E,B1,B2, B3, B5, B6 y ácido fólico o B9.
Son una fuente muy importante de proteína vegetal; ideal para dietas veganas o vegetarianas al combinarlos con cereales y legumbres.
También contienen fibra aunque no tanta como otras frutas secas.

Por último, es muy importante que adquieran las castañas de cajú naturales, es decir sin tostar y sin sal para obtener todos estos beneficios.

Qué disfruten su crema de cajú!


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