Aquí comparto la opinión del Dr. Shinya y luego una información que encontré en Wikipedia sobre la dieta BARF.
Luego de leer estos artículos seguramente estarás dispuesto a dedicar un poco de tiempo para preparar algo diferente y más nutritivo.
Según el Dr. Shinya:
"La comida de mascotas supuestamente provee de una nutrición equilibrada, pero esta afirmación está basada en las teorías de nutrición modernas que ignoran persistentemente a las enzimas.
Aún si la comida contiene las suficientes calorías y nutrientes como vitaminas, minerales, proteínas y grasa, si no contiene enzimas, los seres vivos no se pueden mantener. Esas preciosas enzimas son sensibles al calor y se descompondrán entrelos 48 y los 115 °C. A pesar de eso, la comida de mascotas siempre se calienta durante el proceso de fabricación, sin importar si es en lata o en seco. En otras palabras, las enzimas se pierden durante el proceso de fabricación.
Los animales salvajes no comen comida que ha sido calentada; en el futuro creo que será evidente que muchas clases de enfermedades de las mascotas estarán también relacionadas con su estilo de vida.
En la actualidad la comida para mascotas no contiene enzimas. Como resultado, muchas mascotas sufren diferentes enfermedades. Por eso no le doy a mis perros comida de mascotas. En lugar de eso los alimento con el mismo arroz integral que como yo. Puede parecer extraño que los perros coman arroz integral, pero son muy felices cuando se lo doy rociado con un poco de non (un alga). También les gusta comer verduras y frutas. Hasta se pelean por devorar brócoli ligeramente hervido.
Cuando hablamos de carnívoros, podrías pensar que éstos sólo requieren carne, pero eso no es cierto. También necesitan verduras.¿Por qué comen exclusivamente carne? Porque no tienen las enzimas para descomponer las plantas. Pero esto no significa que no puedan acceder a fuentes externas de enzimas."
La dieta BARF.
BARF fue desarrollada por el veterinario australiano Ian Billinghurst. Típicamente se compone de un 60-80% de huesos carnosos crudos, es decir los huesos con carne y músculos de res con más del 50% de carne (por ejemplo, cuello, espalda o alas de pollo)1 y el 20-40% de frutas y vegetales crudos, huevos, vísceras, en lugar de alimentos comerciales o comidas caseras cocidas con suplementos.
El Dr. Billinghurst describe el BARF de la siguiente manera:
«"El BARF es alimentar a los perros en forma apropiada. Su objetivo es maximizar la salud, longevidad, y capacidad reproductiva de los perros y, al hacerlo, minimizar la necesidad por intervención de veterinarios. ¿Cómo alimentas apropiadamente a un perro? Dándole la dieta para la que ellos evolucionaron y están diseñados para comer. Las dietas artificiales basadas en cereales causan problemas innumerables de salud. No son lo que tu perro fue programado para comer durante su largo proceso evolutivo. Una dieta biológicamente apropiada para un perro es una que consiste de comidas crudas enteras similares a las que los ancestros salvajes de los perros consumían. La comida alimentada debe contener el mismo balance y tipo de ingredientes que se consumían por aquellos ancestros salvajes. Esta comida debe incluir cosas tales como carne de los músculos, huesos, grasa, vísceras y materiales vegetales, y cualquier otro alimento que sea similar a lo que sus ancestros salvajes consumían."»
Objeción a la comida comercial
Se han formulado una variedad de argumentos sobre los problemas de salud asociados con la comida comercial para las mascotas. Quienes alimentan BARF, señalan que la comida comercial (pellets, pienso, croquetas) ha existido durante los últimos sesenta años, pero que los perros han consumido alimentos crudos durante milenios antes de que las comidas procesadas salieran al mercado. los entusiastas de los alimentos crudos suscriben los argumentos de abajo, pero postulan además que toda la carne cocida, deshuesada o no, es peor en comparación con la carne cruda.
El intenso calor utilizado para procesar comida para mascotas destruye y reduce los nutrientes como las vitaminas, minerales y enzimas.2 Los estudios con ratas mostraron que la digestibilidad de aminoácidos en la comida para gatos cambia significativamente por el tratamiento térmico.3 Los fabricantes de comida para mascotas deben suplementar los alimentos después del tratamiento térmico para reemplazar los nutrientes perdidos. La mayoría que apoya la alimentación BARF cree que los suplementos reducen el valor nutritivo en comparación con los mismos nutrientes en los alimentos crudos y que esos nutrientes -aún no reconocidos como esenciales por la ciencia nutricional- no pueden ser reemplazados. El mismo razonamiento es utilizado por algunos para rechazar la comida casera enriquecida con vitaminas. La mayoría de los propietarios afirman un cambio en el estado general de salud de las mascotas una vez que comienzan a alimentar a sus mascotas con alimentos crudos.
La comida comercial para mascotas, alimentos secos, en particular, a menudo contienen una gran cantidad de granos, que los defensores BARF aseguran son del todo inapropiados para perros y gatos. Ya que los gatos son obligatoriamente carnívoros, se cree que el cambio a una dieta predominantemente basada en carne cruda sería especialmente beneficioso (comparada con una dieta cruda para los perros) debido a la relativa incapacidad de los gatos para digerir granos. Los estudios que comparan la fuente de proteína en la comida seca para gatos concluyó que la digestibilidad de la proteína a base de carne es superior a la proteína basada en el maíz (uno de los granos más utilizados en la comida comercial).
El veterinario y defensor de la alimentación cruda, Tom Lonsdale, asegura que las bacterias de los alimentos secos o enlatados o croquetas comerciales se pegan a los dientes y permiten a proliferar bacterias provocando "dolor en las encías, mal aliento y envenenamientos bacterianos que afectan al resto del cuerpo". Lonsdale, además, dice que los perros carecen de las enzimas necesarias para digerir los granos y el material vegetal y asegura que los granos cocidos a altas temperaturas pueden provocar que la fécula, las proteínas y las grasas se conviertan en "desnaturalizados o tóxicos en grados variables" El grano mal digerido sería compatible con bacterias productoras de toxinas en el intestino grueso que puede llegar a conducir sustancias nocivas a través de la pared intestinal hacia la circulación sanguínea", creando nuevos problemas en otros órganos.
Objeción a la carne cocida en general
El proponente de la dieta BARF, Dr. Ian Billinghurst, afirma en sus libros que el perro ha evolucionado a lo largo de muchos millones de años con una dieta natural cruda y, lógicamente, ésta es la fuente del alimento ideal. Afirma que los alimentos procesados no son “lo que el perro fue programado para comer durante su largo proceso de evolución", y dice que los alimentos similares a los que comían los antepasados salvajes (por ejemplo, el lobo) de los perros son biológicamente más adecuados.
Los defensores BARF también han señalado las prácticas de algunos zoológicos modernos que alimentan de carne cruda y huesos o cadáveres enteros a los carnívoros cautivos. El director del Folsom City Zoo Sanctuary ha dicho que: "El sentido común sugiere que no hay alimento más nutritivo que podamos ofrecerle a un carnívoro que el tipo de sus presas naturales." Si bien la alimentación cruda es generalmente bien aceptada en los zoológicos europeos, es un tema polémico dentro de los parques zoológicos americanos.8 Las preocupaciones son similares a las expresadas por los detractores de la alimentación cruda e incluyen: inclusiones dentales, obstrucciones respiratorias, perforaciones intestinales, contaminación alimentaria y agresión social. Los beneficios incluyen una mejor salud oral, estimulación mental a través del procesamiento del cadáver (ver enriquecimiento conductual) y un nivel más alto de actividad.
Los críticos han señalado los fallos de la asociación "natural igual a lo mejor".El propio Billinghurst advierte "Hay graves peligros que van junto con la dieta natural y las condiciones naturales de los antepasados o primos salvajes de nuestros perros". Katie Merwick, que dirige un santuario de animales advierte en contra de "hacer un fetiche de lo que comen los animales en su hábitat natural"